Espacios para compartir

Los espacios integrados no son sólo una buena técnica para sumar metros y amplitud en la cocina, son también un estilo de vida, donde el término compartir deja de ser una teoría y se convierte en una realidad. Una realidad que cada día gana más seguidores y se hace más popular en Chile y el mundo. Quizá esté relacionado con el ritmo acelerado de nuestras vidas, con la integración de la mujer al mundo laboral, con las pocas horas que tenemos para estar en familia o la falta de ayuda doméstica. Sea como sea, los hechos comprueban que esta es una tendencia en desarrollo.

Pero no es sólo llegar y aventurarse, para que el resultado sea bueno y el esfuerzo realmente valga la pena, hay que hacerlo bien y estar atentos a una serie de condiciones que deben cumplirse. Entre ellas, es fundamental que la cocina y el comedor compartan ritmo y estilo, así se generará una unidad visual. Es decir, muebles, tonos, textiles y accesorios deben tener una cierta continuidad, para que realmente éste se convierta en un solo espacio.

Así también, a pesar de la ausencia de tabiques y separaciones, sutilmente hay que delimitar ambos ambientes. Para ellos, una linda alfombra, una mesa importante, una lámpara o un mueble, pueden sugerir donde empieza la cocina y termina el comedor, sin imponer límites, sino sólo insinuarlos. Otra buena técnica, es destacar ciertos elementos propios de cada espacio. En el caso de la cocina, una grifería importante, de gran presencia, alta y robusta, puede marcar terreno y presencia. En Stretto, cuentan con varios modelos, pero quizá, optar por una negra puede ser una buena y moderna referencia. Así también, en el comedor, una gran lámpara colgando al centro de la mesa, puede delimitar el espacio y situar a los comensales.

Otro aspecto importante cuando hablamos de espacios compartidos es el orden. Si bien se puede tener todo o mucho a la vista, hay que ser especialmente cuidadoso con no invadir o pasar a llevar los ambientes. Para ello, siempre es recomendable guardar lo que ensucia la visual y rescatar detalles unificadores que sirven para decorar ambos ambientes: flores, velas, candelabros, libros de cocina, etc.

Por último, el tema de los olores es delicado. Imprescindible para espacios como estos es una buena campana extractora. Hay que tener en cuenta que parte de la gracia de esta opción es poder cocinar en familia o junto a los amigos. Así que una buena ventilación es clave para no estropear un rico ambiente.